Cannoli italianos
Crujiente por fuera y tierno por dentro ¿qué es? un cannoli italiano de verdad
Después de casi dos años viviendo en Italia, he llegado a aprender esta receta. Sin duda uno de mis dulces favoritos en Italia, si no el más favorito entre todos. Su crujiente exterior relleno de una deliciosa crema de ricotta lo hacen sin duda especial y característico italiano. La única pega que le puedo poner a la receta es que debes tener los famosos tubitos metálicos o cañas para enrollar la masa a su alrededor. Son los mismos que se usan para hacer gañotes o cañas de crema. Te dejo un enlace donde los puedes comprar en España si aún no los tienes.
Actualmente me estoy preparando para las clases de pastelería italiana que daré en la Food Genius Academy en marzo al grupo de estudiantes internacionales y por alguna razón, no contaba con la receta de los cannoli entre mi repertorio. Mi amiga Mónica llegó a mi encuentro para enseñarme esta receta típica que ella misma había aprendido en Sicilia (de donde los cannoli son originarios) de la mano de la nonna Pina (abuela Pina) de Noto (pueblo en Sicilia).
Juntas nos pusimos manos a la obra y conseguimos como resultado una masa estupenda y flexible y con ella, unos fantásticos cannoli. Nos dividimos los cannoli y los rellenamos cada una a nuestro gusto. La receta tradicional siempre incluye la ricotta, pero cada cuál en su casa le añade lo que quiere, incluyendo una mezcla de ricotta y nata, yogur griego etc.
Esta receta me recuerda mucho a los dulces fritos del sur de Andalucía como son los pestiños y las rosas. Los dulces fritos en Italia son típicos de las fechas de carnavales, justo en las fechas que estamos ahora. No será casualidad que podamos encontrar dulces fritos aquí y allí en la misma época. No podía faltar esta receta justo ahora después del día de Andalucía como enlace de las dos culturas. Os la dejo a continuación y espero que podáis disfrutar de unos buenos cannoli sin tardar.
Tiempo necesario: 2 horas
Lo que más se tarda de hacer en esta receta es el amasado y la fritura, pero si lo hacéis con gana, los tendréis listos rápidamente. Una cosa que no te debe faltar son los tubitos metálicos o cañas donde se
Mezclamos todos los ingredientes y añadimos chorritos de vino blanco poco a poco hasta formar una masa no muy húmeda.
Ahora viene la hora de la verdad. Volcaremos la masa sobre una superficie lisa y la amasaremos muy bien durante bastante tiempo. Al principio la masa está seca y quebradiza pero si la amasamos y la golpeamos bastante sobre la superficie, pronto se volverá elástica y suave. No podemos parar de amasar hasta que la masa no llegue a esta textura.
Cogemos un trozo pequeño de la masa mientras dejamos el resto cubierto por un paño. Estiramos este trozo sin usar harina y hasta dejarlo muy muy fino, como una folio, a penas 1 milímetro. Usaremos una taza para cortar círculos de la masa.
Enrollamos los círculos alrededor de las cañas o tubos metálicos cerrándolos con un poco de clara de huevo. Pegaremos sobreponiendo la masa sólo un poco ya que debemos dejar bastante hueco para que la masa se fría bien en el aceite.
Freimos los cannoli en aceite bastante abundante y caliente. Veremos que se dan la vuelta casi sobre ellos mismos. Es muy importante que la masa haga burbujas, si no nos aparecen estas burbujas significa que no hemos amasado bien o que las cantidades no son las correctas. Dejamos enfriar antes de extraer los tubos o cañas.
Colamos un poco la ricotta para que suelte un poco del suero. Mezclamos la ricotta con el azúcar y en otro recipiente a parte haremos pasar la mezcla 2 o 3 veces por el colador hasta que la crema quede muy fina. Podemos añadir el chocolate rallado aquí, trocitos de la naranja confida o pistachos.
La forma tradicional de rellenar los cannoli es con una espátula. Se rellenan por un lado y por el otro y se decora uno de los lados pegando el chocolate en virutas, trocitos de pistacho o una tira de cáscara de naranja confitada. A mí me gusta mucho el resultado con manga pastelera, pero es a vuestra elección.
Hasta aquí la receta de los cannoli. Como podéis ver no es tan difícil de hacer y quedan riquísimos. Os animo a hacerla para este fin de semana. Si no encontráis ricotta no es ningún problema, probad con nata, yogur, crema pastelera… ¡las opciones son interminables!
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