La tarta Mónica es una tarta muy especial elaborada para el cumpleaños de mi amiga italiana Mónica. Su altura, su sabor a frambuesa y su tierno bizcocho consiguen una tarta preciosa y delicada.
Se trata de un fino y tierno bizcocho enrollado a modo de rulo y colocado verticalmente sobre su base. De esta forma se obtiene una tarta bien alta con rayas verticales al ser cortada. La tarta está rellena de crema diplomática de frambuesa y la decoración está realizada con la misma crema diplomática, con coulis de frambuesa (usado también en la crema) y con frambuesas frescas.
No se trata de una tarta difícil de hacer y ni siquiera requiere de mucho tiempo de elaboración. Para mí, lo más importante de esta receta es conseguir la consistencia perfecta en la crema para así aprovecharla al máximo y evitar que se salga demasiado por los lados al enrollar el bizcocho.
Por supuesto hay otros factores también importantes que debes considerar si estás empezando o si no siempre obtienes buenos resultados en tus tartas. Te dejo a continuación algunos consejos para que tu Tarta Mónica sea ¡todo un éxito!
Índice
Dudas más comunes durante la elaboración de la Tarta Mónica
Detalles sobre la crema, el bizcocho y el montaje. Para que no te quede ninguna duda, y si aún así tienes alguna … déjamela en los comentarios y te responderé tan pronto como me sea posible.
Cómo conseguir una crema diplomática perfecta
El equilibrio entre la nata montada y la crema pastelera es esencial. Asegúrate de realizar bien los siguientes pasos y no tendrás problema alguno.
Crema pastelera espesa: La crema pastelera debe estar bien espesa en caliente. Asegúrate de que espesa bien mientras la tienes al fuego. Una vez fría debe estar bien cuajada. Tendrás que batirla con unas varillas para volverla cremosa antes de mezclarla con la nata. Nunca añadas la nata sobre la crema pastelera si esta última está todavía caliente.
Nata para montar adecuada y en su punto: Usa una nata con una materia grasa por encima del 35.1%. Por debajo de este porcentaje es difícil de que la nata monte bien. Móntala justo hasta el punto de espesor parecido al de un yogur griego. Si la montas demasiado, será difícil de mezclar con la crema pastelera. Si la dejas muy líquida, tu crema será líquida también. Ten en cuenta que la nata se desmontará un poco durante el proceso de incorporación a la crema pastelera.
Mezclar crema pastelera y nata con cuidado: Te recomiendo añadir un poco de la nata sobre la crema pastelera para aligerar la crema. En este momento puedes batir bien ya que damos por «perdida» esta pequeña cantidad de nata. A continuación añade el resto de la nata en 2 o 3 veces con movimiento envolventes y con la ayuda de una espátula.
Siguiendo estos consejos obtendrás una crema diplomática clásica perfecta. Ahora sólo te falta añadir el coulis de frambuesa para dar sabor. Tienes la receta al completo más abajo.
Cómo conseguir un bizcocho perfecto
La Tarta Mónica se realiza con un bizcocho clásico perfecto. No lleva bicarbonato ni levadura en polvo. La esponjosidad de este bizcocho reside en la estructura creada por los huevos y el azúcar principalmente.
Para obtener un bizcocho perfecto, asegúrate de montar bien las yemas con el azúcar por un lado y las claras por el otro. Añadiendo después la harina sobre la mezcla de yemas nos aseguramos de que todos los ingredientes estén ya incorporados antes de añadir las claras montadas. Las claras montadas son la parte más delicada de toda la masa, añadiéndolas justo al final nos aseguramos de mantener las burbujas dentro de la masa antes de introducirla en el horno.
Cómo conseguir una tarta perfecta que no se abra durante el montaje.
Esta tarta es bastante alta porque su forma se consigue enrollando tiras de bizcocho en vertical.
Si tu crema está un poco líquida, es normal que el bizcocho enrollado se abra un poco al colocarlo en vertical. Para conseguir la forma perfecta y recta de la Tarta Mónica puedes rodear la tarta en su parte superior y en su parte inferior con una tira de acetato fijada con un clip o con cinta adherente. Deja reposar la tarta en la nevera durante un par de horas para que la crema solidifique un poco y una las capas de bizcocho.
Una vez pasadas las dos horas, la tarta mantendrá la forma deseada y podrás decorar sin problema.
Ingredientes importantes para la Tarta Mónica
Frambuesas congeladas
Para esta tarta recomiendo usar frambuesas congeladas a la hora de elaborar el coulis. Las frambuesas frescas suelen tener poca agua y las proporciones no funcionarán igual. Además, no siempre es fácil de encontrar una cantidad de frambuesas adecuada donde todas son dulces y están tiernas.
Nata para montar
La nata para montar es muy importante en el relleno de la Tarta Mónica. Asegúrate de usar una nata para montar con materia grasa por encima del 35.1%. Si usas una nata de origen vegetal, asegúrate de montarla bien.
La receta al completo la encuentras a continuación. No dejes de enviarme tus dudas y tus fotos. Me encantará ver tus resultados 😍
Tierno bizcochito clásico relleno de crema diplomática de frambuesa. Degradado rosa a su alrededor y coulis de frambuesa por encima. Una preciosa tarta digna de una princesa.
Sigue el orden de la preparaciones para optimizar el tiempo. Hay que hacer antes el coulis y la crema pastelera para que estén fríos antes de usarlos. Por otra parte, no termines la crema diplomática hasta que no vayas a rellenar porque cuajará mucho y perderá la textura lisa y cremosa que tiene recién hecha.
Preparación del coulis de frambuesa
Coloca en un cazo las frambuesas congeladas (no hace falta descongelarlas antes) con el azúcar y el zumo de limón.
Lleva a ebullición y baja la temperatura a fuego medio. Calienta durante unos 15 minutos o hasta que la fruta esté deshecha y un poco espesa.
Deja enfriar a parte.
Preparación de la crema pastelera
Mezcla las yemas con el azúcar y a continuación añade el almidón.
Calienta la leche hasta que esté a punto de hervir.
Vierte un poco de leche sobre la mezcla de yemas y después devuelve todo el contenido al cazo con el resto de la leche.
Mantén la crema al fuego hasta que haya espesado bastante. Remueve constantemente con unas varillas para que no se pegue la crema a la base del cazo.
Retira del fuego cuando esté bien espesa y añade la mantequilla. Remueve hasta que la mantequilla esté completamente incorporada. Es importante añadir mantequilla para que luego la crema esté más cuajada en frío.
Cubre la crema recién hecha con un film transparente y deja enfriar.
Preparación del bizcocho
Precalienta el horno a 180ºC y forra tu bandeja del horno (40x35cm apróx) con mantequilla y papel de horno.
Monta las yemas con 140gr de azúcar hasta obtener un compuesto cremoso y blanquecino.
Añade la ralladura del limón sobre las yemas montadas.
Añade la harina tamizada y la sal a la mezcla de yemas.
Monta las claras a punto de nieve con los 20gr restantes de azúcar. Incorpora una cucharada grande sobre la mezcla de yemas para aligerar la mezcla antes de incoporar el resto de claras.
Incorpora a continuación el resto de las claras en dos veces y con la ayuda de una espátula. Usa movimientos envolventes para no desmontar demasiado la masa. Las burbujas del interior de la masa son las que aportan esponjosidad. Recuerda que esta masa no tiene levadura ni bicarbonato y por lo tanto su esponjosidad depende de la estructura creada entre los ingredientes y las burbujas de aire.
Vierte la masa sobre la bandeja del horno y hornea a 180ºC durante 15 minutos.
Una vez saques el bizcocho del horno, déjalo reposar durante 5 minutos y espolvorea por encima azúcar en polvo.
Vuelca el bizcocho sobre un paño de cocina limpio, retira el papel de horno y enrolla el bizcocho por el lado más corto. Debes obtener un rollito corto y gordito.
Deja enfriar el rollito durante unos 20 – 30 minutos.
Preparación de la crema diplomática
Una vez la crema pastelera esté completamente fría, bátela con unas varillas hasta obtener una crema bien lisa.
Monta la nata hasta obtener una crema espesa tipo yogur griego. No debe estar muy montada, pero tampoco muy líquida. El espesor de la nata indicará el espesor de tu crema diplomática ya que al incorporar la crema pastelera, la nata suele perder volumen.
Añade dos o tres cucharadas de la nata sobre la crema pastelera para aligerarla un poco y mezcla sin miedo.
Incorpora a continuación el resto de la nata montada en 2 o 3 veces con cuidado. Ayúdate de una espátula y usa movimientos envolventes.
Deja a parte la mitad de la crema diplomática y la mitad del coulis de frambuesa para decorar la tarta por fuera. Mezcla con la ayuda de una espátula el resto de la crema con el resto del coulis de frambuesa.
Montaje de la Tarta Mónica
Desenrolla el bizcocho y corta en 2 o 3 tiras siempre desde el lado más corto. Estas tiras deberían ser de unos 12cm de ancho. El ancho de las tiras será la altura de la tarta, por lo que es importante que las tiras sean iguales.
Puedes bañar con almíbar el bizcocho si te apete en este momento, si no, pasa directamente a añadir la crema sobre las 2 o 3 tiras de bizcocho.
Empieza enrollando una tira hasta obtener un rollito relleno sin apretar demasiado para que no se salga la crema por los lados. Si tu crema está en el punto correcto, no debería salirse demasiado por los lados. Si está muy líquida, introdúcela en la nevera para que espese algo más.
Enrolla la siguiente tira con su crema por el alrededor del primer rollito y haz lo mismo con la última tira. Coloca el rollito al completo con la espiral mirando hacia la base del plato. De esta forma, al cortar la tarta obtendrás una porción con rayas verticales en vez de las tradicionales en horizontal.
Si tu tarta se abre un poco, ayúdate con tiras de acetato y cinta adherente para apretar el rollito e introducirlo en la nevera hasta que aguante la forma.
Para el degradado del exterior, cubre la tarta con la ayuda de una espátula o cuchillo usando la crema diplomática. Just al final añade con la espátula o cuchillo algunos toques de coulis y sigue aliando hasta obtener una especia de degradado.
Cubre la parte superior de la tarta con el resto del colulis de frambuesa. Decora con una manga pastelera y una boquilla bonita formando una corona alrededor del borde de la tarta y usa frambuesas frescas para acompañar.
Notes
Es muy importante que tu crema diplomática tenga una consistencia tipo mousse. Asegúrate de montar la nata y de que la crema pastelera esté bien espesa. Une ambas sólo cuando estén frías.
Monta bien los huevos para hacer el bizcocho, recuerda que no lleva levadura y por tanto depende es importante trabajar con precisión.
Utiliza fruta congelada para el coulis. Este debe estar frío y espeso justo antes de usarlo.
También puedes hacer esta tarta con capas horizontales corando discos de igual diámetro.
Si crema diplomática se vuelve muy espesa y grumosa, añade un chorrito de leche para devolverle cremosidad.
Cómo conservar la Tarta Mónica
La Tarta Mónica es definitivamente una tarta para conservar en la nevera. Siempre que contamos con nata en las cremas y rellenos, hay que conservar en la nevera. Esta tarta estará en su mayor esplendor al día siguiente de haberla realizado. Aguantará bien en la nevera unos tres días.
Ya que se trata de una tarta más bien pequeña, aprovecha y cómela pronto. Si ves que no las vas a poder consumir rápido, la puedes congelar sin problema.
Espero que te haya encantado esta tarta. Mientras tanto, te dejo mi perfil de Instagram si quieres estar al día de las recetas que voy realizando.