Los cantucci son unas pastas o galletas tradicionales italianas con mucha almendra y de textura muy muy dura. De hecho, se suelen tomar mojadas en un vino dulce, el chianti.
La receta tradicional de cantucci tiene un ingrediente especial, el amoniaco para dulces. En Italia se suele encontrar en el supermercado y la verdad es que se incluye en muchos dulces de la tradición. Sin embargo, no mucha gente utiliza el amoniaco para dulces y suele no gustarles. Realmente no aporta sabor al dulce pero es su reacción en el horno la que hace que los productos se sequen, endurezcan y duren mucho más tiempo.
A mí personalmente no me gusta mucho este ingrediente ya que, al abrir la puerta del horno, deja un olor muy fuerte de amoniaco. Es el olor típico del amoniaco para limpieza. No obstante, aquí os traigo una receta fantástica sin amoniaco. Los cantucci quedan un poco menos duros que los originales, pero encuentro esto una ventaja más que una desventaja.
Hay dos cosas importantes a tener en cuenta; una es el orden en el que se mezclan los ingredientes y otra es el horneado. No os recomiendo cortar en rodajas los cantucci hasta que la masa no esté cocida, si está muy blanda, dejarla cocer por más tiempo en el horno. Si no lo hacéis así, corréis el riesgo de aplastar los cantucci.
Sin más dilación… ¡manos a la obra!
Tiempo necesario: 45 minutos
Es una receta bastante rápida de hacer, el mayor tiempo lo emplearéis horneando.
Montaremos con unas varillas o a mano sin montar demasiado la mezcla.
Añadimos los ingredientes en polvo.
Por último añadimos las almendras tratando de compactar la masa.
Dividimos la masa en dos y hacemos dos cilindros de unos 4cm de ancho.
Colocamos los cilindros sobre papel de horno en una bandeja y los pintamos con huevo batido.
Nos aseguramos de que la masa está un poco densa antes de sacarla del horno. Si al tocarla está muy muy tiernas, dejaremos los cilindros unos minutos más en el horno.
Cortamos los cilindros en rodajas un poco en diagonal.
Colocamos los cantucci sobre la bandeja anterior y horneamos 10 min. más hasta que doren. Podemos girarlos a mitad de la cocción para que doren en ambos lados.
El resultado serán unos fantásticos cantucci que os durarán por mucho tiempo si los conserváis en una caja o bote hermático. El sabor característico de la almendra es buenísimo en esta receta y queda genial al corte con la fina linea de la piel de la almendra. No os recomiendo las almendras sin pelar ya que quedan algo más gomosas (absorben un poco de la humedad de la masa) y no quedan unos cantucci tan bonitos y rústicos.
Otra receta italiana más para disfrutar. ¡Espero que os guste!
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